El Barcelona Lassa saltaba al Pireo con Rice, Oleson, Perperoglu, Tomic y Holmes, que recién llegado, se ha abonado a la titularidad en el equipo blaugrana. Ni corto ni perezoso, era el encargado de abrir el marcador con un triple tras el primer fallo de Printezis. El partido empezaba dormido, al ritmo de dos de las mejores defensas de la Euroliga, y solamente Holmes, con otra canasta, parecía entonado (5-7 min 4). Era Spanoulis quien despertaba a los suyos, con 6 puntos casi consecutivos y tres asistencias para que el Olympiacos se pusiera por delante (16-9 min. 7). Con Rice totalmente controlado, Holmes contestaba al frenesí del griego con otro triple (10 puntos en el primer cuarto para el americano), y asistía en el siguiente ataque a Dorsey para acercarse en el marcador, pero Spanoulis contestaba de nuevo con una bomba. Los locales mandaban por 21-16 en el primer cuarto.

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Las rotaciones, sobre todo la presencia de Spanoulis en el banquillo, favorecían al Barcelona Lassa en la reanudación, mucho más incisivo en la defensa de los interiores y no permitiendo ningún tiro fácil en los primeros minutos. Con un triplazo de Koponen, se ponían a tiro después de muchos minutos (23-21), pero Olympiacos contestaba con un parcial de 2-9 con Eric Green haciendo daño gracias a su versatilidad. Spanoulis volvía en el ecuador para volver a golpear e irse a los 11 puntos, mientras los constantes fallos de Ryce, que se fue sin anotar en la primera parte, pesaban demasiado en un Barcelona que depende en gran parte de la labor ofensiva del base. Durante los últimos 3 minutos del cuarto, parcial de 2-0 para Olympiacos, que neutralizaba al Barcelona y dejaba el marcador en un 32-25 al descanso. Sin ventaja abultada, pero con la sensación de tenerlo todo controlado.

Spanoulis golpeaba de nuevo nada más comenzar el cuarto con un triple que ponía la decena de diferencia por primera vez en todo el encuentro. Una renta de la que ya no se separaría en todo el encuentro. Rice, con ganas, se estrenaba tras un 0/8 en la primera parte, pero Olympiacos llevaba el ritmo del partido y no dejaba ni un ápice de esperanza en los blaugranas, aunque Tyrice Rise lo seguía intentando con una nueva penetración (39-32 min 25.). Sin manejar grandes ventajas, Olympiacos daba la impresión de tener controlado el partido ante un Barcelona Lassa incapaz de superar el muro defensivo que habían implantado los griegos. Esto, unidos a algunos fallos incomprensibles en el lanzamiento, hacían imposible la remontada. Con otro nuevo lanzamiento de Rice y dos tiros libres de Ante Tomic, el Barcelona se colocaba a 6 después de muchos minutos, pero un nuevo parcial de los locales, culminado por el primer triple de Ioannis Papapetrou, ponía el 49-38 al final del tercer cuarto. Spanoulis, dueño y señor del encuentro, a su modo, le asistía para alcanzar las 1000 asistencias en Euroliga. La victoria parecía prácticamente imposible a pesar de que, como se aprecia, la distancia en el marcador no hacía pensar lo mismo.

Esta vez eran los blaugrana quienes anotaban primero, de la mano de Aleksandar Vezenkov. Pero los problemas ofensivos de los de Bartzokas eran cada vez más evidentes, y es que no hubo manera de que encadenasen dos ataques consecutivos con acierto. Papapetrou entraba en el encuentro con su segundo triple consecutivo para responder al búlgaro y Eric Green ponía de nuevo la ventaja psicológica desde la media distancia (54-43 min. 33). Más de dos minutos tuvieron que pasar para que el marcador se moviese con un tímido tiro libre de Rice, y es que ningún equipo como Olympiacos para dormir el encuentro y manejar una cómoda ventaja hasta el final. Sin prisa, pero firmes en su estrategia defensiva, masacraron al Barcelona Lassa, que no volvió a anotar una canasta en juego desde que Perperoglu pusiera el 54-46 a falta de 5:07. El 59-52 final fue el claro reflejo del partido disputado en el pabellón de la Paz y la Amistad: El Barcelona Lassa, atrapado en la telaraña de Olympiacos que, sin hacer un gran partido, fue capaz de ejecutar a la perfección su capacidad defensiva. Esa que les vale para ser uno de los equipos más temidos de Europa.